jueves, 13 de junio de 2013

SENTIDOS Y SIGNIFICADOS DEL DEBATE SOBRE LA UNIVERSIDAD

El debate  sobre el futuro de la universidad, a partir de una nueva legislación, abortado por la decisión de la Comisión de Educación del Congreso de iniciar su aprobación, esta visibilizando las nuevas circunstancias que aquejan a la universidad en el Perú. Son esas nuevas circunstancias que le dan varios sentidos y significados al debate sobre la universidad.

Primero, no hay una sola universidad. Por lo menos se distinguen hasta tres. Las universidades públicas autónomas. Las universidades privadas sin fines de lucro,  "asociativas", las denomina Sinesio López. Y las universidades privadas con fines de lucro, "societarias" para el mismo Sinesio; o universidades "empresa" como las refiere Manuel Burga.  Los pronunciamientos institucionales a partir de sus actuales autoridades en relación a defender la "autonomía de la universidad" ha despertado el natural recelo o desconfianza de su sentido y significado en relación a la naturaleza de la universidad que se pronuncia. 

Segundo, en las universidades públicas autónomas aparecen dos discursos. La universidad oficial de las autoridades. Y la universidad no oficial de los docentes, estudiantes y trabajadores administrativos. La universidad oficial de las autoridades defienden la autonomía, y cierran en torno a la defensa de la asamblea nacional de rectores,  pero se oponen a la elección mediante sufragio universal. En tanto la universidad no oficial de los gremios docentes, administrativos y estudiantiles defienden la autonomía, cuestionan a sus actuales autoridades así como a la ANR y estarían por una Autoridad Nacional Universitaria sin ingerencia del Estado. Aquí también la autonomía y el relacionamiento con el Estado tiene varios sentidos y significados que despierta el normal recelo y desconfianza entre los actores de la universidad publica.

Tercero, el afloramiento a la superficie del proyecto del Estado neo-liberal que siempre estuvo oculto en la creencia de que el mercado se encargaría de cernir y depurar a las universidades privadas y el ministerio de economía y finanzas a restringir las posibilidades de competitividad a las universidades publicas. Han pasado 30 años y el desenlace no se ha producido. La universidad publica sigue vigente y su demanda no sólo no ha disminuido sino que se mantiene e incrementado. También algo parecido ocurre con la universidad privada, sólo que en este caso el mercado es su límite así como al modelo socio-económico al que responde.Por eso es que hay que poner acelerador y que el estado termine por producir el desenlace que el mercado no lo ha podido hacer. De allí, también,  la desconfianza natural que el sentido común reproduce para dudar de las intenciones de mejorar la situación de la universidad en el Perú.por parte del Estado.  

No hay comentarios: