CHOQUEHUANCA / Suma Qamaña: Vivir bien, no mejor, la sabiduría aymara
Publicado el 6/27/13 •
CONTRAINJERENCIA
DAVID
CHOQUEHUANCA* – El Suma Qamaña (en aymara «Vivir Bien») está basado en la
vivencia de nuestros pueblos, un Vivir Bien que significa vivir en comunidad,
en hermandad, y especialmente en complementariedad, es decir compartir y no
competir, vivir en armonía entre las personas y como parte de la naturaleza.
El Suma
Qamaña está reñido con el lujo, la opulencia y el derroche, está reñido con el
consumismo. No es lo mismo que el vivir mejor, el vivir mejor que el otro, a
costa del otro. No buscamos, no queremos que nadie viva mejor. Queremos que
todos podamos vivir bien. Por otra parte, para vivir mejor se enseña a
competir, por ejemplo, para ser el mejor alumno del colegio, para vender más,
ganar más plata, buscar más lujo a costa de los demás. Robar, atentar contra la
naturaleza, mentir, no es Suma Qamaña. Eso posible-mente nos permita vivir
mejor, pero no es Suma Qamaña, ya que para el vivir mejor, frente al prójimo,
es necesario explotar, se produce una profunda competen-cia, se concentra la
riqueza en pocas manos.
Suma
Qamaña es basarse en el Ama Sua, Ama Llulla y Ama Qhella, no robarás, no seas
flojo, no seas mentiroso, jan k’arimti, jan lunthatampi, jan jairampi, que son
sus códigos principales recogidos también por la Constitución Política del
Estado Plurinacional. Es fundamental que dentro de las comunidades respete-mos
estos principios para lograr el Suma Qamaña.
Saber escuchar y compartir, saber vivir y soñar
El Suma
Qamaña tiene cuatro principios fundamentales, los cuales son:
1) El
saber escuchar, tiene una importancia enorme, escucharnos entre nosotros,
escuchar a la Madre Tierra, a todos los seres, al río, a nuestras aves, sobre
todo, a los más humildes. Y el que escucha aprende, cambia, está preparado para
servir a su pueblo.
2) Saber
compartir es saber distribuir la riqueza de manera equilibrada entre todos, lo
que es del pueblo es para el pueblo, en Bolivia, nacionalizando los recursos
naturales, que vuelvan a manos del pueblo. Compartir es dejar de competir para
complementarse, es saber dar para recibir, es reconocer que todos somos
hermanos y tenemos una sola madre, que es la naturaleza, que es Pachamama, que
es esta tierra.
3) Saber
vivir en armonía y complementariedad como seres humanos, y especialmente con la
Madre Tierra.
4) Y saber
soñar, sobre cómo defender nuestra identidad, cómo complementarnos de manera
equilibrada, para que el más abandonado tenga la posibilidad de compartir la
educación, la salud, la convivencia natural y comunal.
Saber alimentarse, saber beber y saber danzar
Entre otros
aspectos fundamentales, Suma Qamaña es saber alimentarse, saber combinar las
comidas adecuadas a partir de las estaciones del año (alimentos según la
época). Alimentarse bien en base a la práctica de los ancestros, que se
alimentaban con un determinado producto durante toda una estación, garantiza la
salud.
Tenemos
que saber beber, en nuestras comunidades tenemos verdaderas fiestas que están
relacionadas con las épocas del año. Cada fiesta tiene un significado y el
alcohol está presente en la celebración, pero se lo consume sin exagerar o
lastimar a alguien. No es ir a unas cantinas y envenenarnos con cerveza y matar
las neuronas.
Vivir Bien
es saber danzar, no simplemente saber bailar. La danza se relaciona con hechos
concretos como la cosecha o la siembra. Las comunidades continúan honrando con
danza y música a la Pachamama, principalmente en épocas agrícolas, aunque las
danzas originarias sean consideradas como expresiones folclóricas en las
ciudades.
Saber comunicarse y saber trabajar
Suma
Qamaña es saber comunicarse. En el Estado Plurinacional se pretende retomar la
comunicación que existía en las comunidades ancestrales. El diálo-go es el
resultado de esta buena comunicación. Tenemos que comunicarnos como lo hacían
antes nuestros padres, y como resolvían los problemas sin que se presenten
conflictos, ya que más que resolver (conflictos), buscamos reconstruir (el
equilibrio) para lograr una solución comunal que permita la reconstrucción de
la armonía de la comunidad y como parte de la madre naturaleza.
A
diferencia del capitalismo, donde se paga para trabajar, en el Estado
Plurinacional se retoma el pen-samiento ancestral de considerar el trabajo como
felicidad y fiesta. Por ser parte del crecimiento de la persona, en nuestra
cultura trabajamos desde niños.
En el Suma
Qamaña, el trabajo es felicidad, desde el niño hasta el abuelo. Trabajar es
aprender a crecer, es como respirar o caminar. No conocemos persona ni nadie
viviendo y gozando del trabajo ajeno. No trabajar y explotar al prójimo
posiblemente nos permita vivir mejor, pero eso no es Suma Qamaña.
Más allá del socialismo, lo más importante es la vida
A
nosotros, nos han ofrecido dos caminos, un camino que va por el lado del
capitalismo, donde lo más importante es la plata, la obtención de la plusvalía,
la ganancia, la vida no importa, no interesan las personas. Por otro lado, el
socialismo busca la satisfacción de las necesidades cada vez más crecientes,
tanto materiales como espirituales, del ser humano.
En el Suma
Qamaña lo más importante no es el ser humano y menos la plata; lo más
importante es la vida. Yendo más allá del socialismo, todo está en función de
la vida. El ser humano está en segundo lugar, primero están las hormigas, las
mariposas, el agua, los ríos, las piedras, los árboles, los cerros, la luna,
las plantas, los animales. Después estamos nosotros.
Somos parte de la naturaleza, somos naturaleza
Los seres
humanos somos una parte «nomás» del cosmos, de la naturaleza, no somos el
centro, sino simplemente una pequeñita parte. No nos toca buscar una vida
armónica entre el ser humano y la naturaleza, ya que somos parte de la
naturaleza, somos naturaleza. Cuando decimos «ser humano y naturaleza» lo
separamos de la naturaleza.
Llamada
tumpa en aymara, la responsabilidad de la comunidad es cuidar a sus miembros y
su entorno, de manera que cada uno cuidamos la salud y el bienestar de todos y
todo sin que falte nadie. Siempre nos preocupamos, nos vigilamos, nos estamos
curioseando.
En el Suma
Qamaña, todos y todo nos podemos sentir bien, disfrutar plenamente una vida
basada en códigos que han resistido por más de 500 años. Son la identidad que
nos han legado nuestros abuelos, el equilibrio, la complementariedad y el
consenso, que todos están relacionados con el Suma Qamaña. Al otro lado está la
dignidad, la justicia, la libertad y la democracia, que todos están
relacionados con el vivir mejor.
En otro
orden de cosas, la construcción de un Vivir Bien para contrarrestar la Crisis
Global, significa acabar con el consumismo, el derroche y el lujo, consumir
nomás lo necesario, bajando la palanca económica global hasta niveles de
producción y consumo de energía que la salud y los recursos del planeta
permitan.
Para
lograrlo, se requiere que cambien ante todo los países del Norte. Deben asumir
su responsabilidad de los daños, parar el cambio climático y la
sobreexplo-tación de los recursos naturales, y enfrentar el agotamiento
irrevocable de la materia y la energía. Deben pagar la «deuda ecológica» en vez
de que los países del Sur paguen la deuda externa, y no solamente con los
países del Sur sino con todos los países del mundo.
A las
familias del otro polo de la sociedad que sólo buscan lujos a cambio de que
millones y millones no tengan posibilidades de vivir bien, que gastan millones
de dólares en cómo adelgazar, en combatir la obesidad, mientras millones mueren
de hambre cada año y la salud del planeta se agrava, a estas familias hay que
persuadirles a que abandonen el lujo y el exceso de consumo, que no piensen
solamente en la plata, en acumular capital, sino que piensen en los demás, en
la humanidad, en el planeta, en la Madre Tierra.
Por la
gravedad del fenómeno, todas las economías occidentales deben inmediatamente
dar un giro radical en su rumbo. Deben iniciar las transformaciones
estructurales necesarias para sustituir los actuales modelos de desarrollo
basados en la mercancía, en la explotación irracional de la humanidad y los
recursos naturales, en el derroche de energía y en el consumismo. En un período
relativamente corto, deben abandonar la industrialización y la fe en el
desarrollo, así como, también, curar su adicción a soluciones técnicas de gran
escala. Iniciar cambios locales, regionales y globales hacia modelos que
priorizan la vida, la armonía y la complementación entre los seres humanos y
con la naturaleza.
En la
construcción del Vivir Bien, nuestra riqueza económica y espiritual está
directamente ligada al respeto a la Madre Tierra y al uso respetuoso de las
riquezas que ella nos quiere entregar. La única alternativa para el mundo en
esta Crisis Global, la única solución a las crisis de la naturaleza, es que los
seres humanos reconozcamos que somos parte de la Madre Naturaleza, que
necesitamos restablecer las relaciones complemen-tarias, de respeto mutuo y de
armonía con ella.
Suma Qamaña (aymara) = Sumak
Kawsay (quechua) = Vivir Bien (castellano).
*Canciller del Estado Plurinacional
de Bolivia
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